No ha sido un día que se desmarque del resto, si no fueran por las felicitaciones ni los regalos, pero al menos merece una pequeña reseña...
No hay que darle muchas vueltas al hecho: hoy es mi cumpleaños. Y así es, hace 23 años que aparecí en este mundo. 10 horas de parto y una cesárea, todo para acabar en la incubadora. Ais, para que luego digan que no nacemos tal y como somos... El caso es que, con todo un año más sobre los hombros, y con uno menos para llegar a la tercera década (que sí, que queda mucho, pero con cada año el tiempo se hace más rápido. Creedme los que aún no alcanzásteis mi edad, y y corroboradme los que la superais).
Al menos, una cosa sí que tengo muy clara y me llena de orgullo, y es que fui alguien deseada, querida, buscada y producto de infinidad de sacrificios. Hoy en día, pensar en ello me hace sonreir.
Lo que queda por delante no lo sé, como nadie lo sabe. Pero como se dice en mi tierra "al menos, quedarme como estoy", ¿no? Lo siento si hoy el vocablo no es mi fuerte, pero el día ha sido agotador, lleno de esfuerzo físico y mental. Pero como cualquier otro.
Saludos, y gracias a los que se acordaron.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
¡Pues de nuevo te felicito por esos 23 cumples!
Ahora en tu bloggito, que acabo de descubrir.
Espero que todo esté genial (o todo lo bien que se pueda).
¡Un besito!
Publicar un comentario